A esta edad, cada mes incorporan a su vocabulario de 6 a 10 nuevas palabras. El vocabulario de un niño de dos años es de 150 a 300 palabras. Un niño de tres años ya utiliza de una manera fluida y natural de 1500- 2000 palabras.
Los padres pueden ayudar al niño a hablar
Es importante ayudar a nuestros hijos en la adquisición del lenguaje. Les podemos ayudar con la adquisición de nuevas palabras, por ejemplo visitando lugares nuevos o leyendo cuentos a nuestros hijos, los cuentos son una manera increíble de transmitir vocabulario.
También es una tarea importante para los padres, poder ayudar a sus hijos en la correcta pronunciación de las palabras. Ayudarles en la correcta fonética de las palabras, en la pronunciación de las letras que mezcla o no pronuncia correctamente. Tenemos que invitarle a que repita el sonido, enseñándole como se pronuncia adecuadamente.
Las letras que mas les cuesta aprender
Hay letras que les cuestan más o que mezclan y serán fonemas que aprendan a pronunciar en los últimos estadios de la adquisición del lenguaje sonidos como la R, L, Z o la S que pronunciaran correctamente en algunos casos incluso entorno a los 5 años. Pero podemos ayudarlesindicándole como hay que poner la lengua en el paladar o en los dientes para que entienda como se produce el sonido y repetirlo, así por ejemplo la Z que es un sonido que les cuesta pronunciar, se le puede indicar al niño 'tienes que sacar la lengua y mordértela'.
Así podemos ir enseñando a nuestros hijos como se pronuncian los fonemas desde edades bien tempranas y nos aseguramos la correcta adquisición del lenguaje para evitar que los niños cojan vicios con incorrectas pronunciaciones de las palabras que luego será más complicado eliminar.
El lenguaje que tenemos que enseñar al niño sobre las emociones
A través del lenguaje el niño también está adquiriendo la capacidad de poner nombre a su mundo interior. Ahora es el momento en que también empieza a poner nombre a sus emociones y a sus sentimientos. El niño de 2 – 3 años está empezando a construir su mundo emocional, con lo cual es de vital importancia ser cuidadosos y precisos con las etiquetas que estamos prestando a nuestro hijo para que las incorpore al nombrar su recién estrenado e irreconocible mundo emocional.
El bebé no sabe si está triste o enfadado, él coge prestada la palabra de su papá o mamá, que cuando se siente de determinada manera le dicen 'que enfadado estás' o 'que contento se te ve' y el así el niño empieza a nombrar, a reconocer y a saber que cuando se siente de determinada manera se le llama 'triste', 'contento', 'alegre', 'rabioso'.
Hay 3015 palabras en el diccionario que describen estados emocionales, cuantas más palabras podamos prestarle a nuestro hijo para que empiece a entender su mundo emocional, le estaremos haciendo un regalo que le va a acompañar toda su vida.