La belleza es un estado mental

Tómate un minuto antes de empezar a leer este artículo para contestar esta pregunta: ¿Cuándo es la vez que más guapa te has sentido? Piensa. Dedícale un minuto.

Por las respuestas que solemos obtener, las mujeres contestan: “Fue cuando estaba embarazada y pesaba 30 kilos de más”, “Cuando tuve aquel novio”, “Cuando conseguí aquel trabajo”, “Cuando nació mi hija”. Y en esas situaciones cómo estaban maquilladas o qué ropa llevaban o cuánto pesaban es algo que no importa. Seguramente ni lo recuerdan ¿Por qué? Porque la belleza no depende de qué ropa te pongas, ni de qué peinado lleves o cuál es la talla que utilizas. La belleza depende de en qué estado mental y emocional te encuentras.

Una marca de cosméticos ha hecho un experimento en el que a mujeres que se encontraban defectos físicos, que habían perdido la confianza en su físico al tener hijos, o que cuestionaban su atractivo por la edad les ponía un parche y se les decía que tenía propiedades para mejorar la forma en la que perciben su propia belleza. El primer día después de llevarlo puesto comentan que no notaban cambios y tocaban el parche para ver si funcionaba. Poco a poco empezaron a mostrar partes de su cuerpo que ocultaban, se empezaron a sentir guapas independientemente de si estaban enfermas, si tenían un grano en la nariz, o si estaban cansadas. Y dos semanas después, plantearon que había sido una experiencia que les había cambiado la vida, que habían sido más sociables, que se habían comprado vestidos que antes no hubieran imaginado, que habían peinado su cabello de forma diferente. Algo pasó dentro de ellas que les hizo sentirse así de bien. Y cuando se les preguntaba si les interesaba saber qué había dentro del parche contestaban que sí. En la parte de atrás del parche estaba escrito “NADA”. Sus respuestas fueron de sorpresa e incredulidad: “No me lo puedo creer, ¿no hay nada en el parche de belleza? Nada, es un simple parche. Increíble”. Se reían y entre lloros explicaban que realmente esperaban que hubiera algo. Ver su reacción es impresionante. Se dieron cuenta de que son guapas, fuertes y que pueden ser quienes quieran. Ahora saben que no necesitan nada que les haga sentir de esa manera, eso son ellas. El anuncio concluye: ¿Por qué? Porque la belleza es un estado de ánimo. Iría más allá y concluiría que la belleza es un estado emocional y mental.

Muchas veces cuando preguntamos a los participantes en nuestros cursos sobre la importancia de la belleza, lo rechazan porque lo enfocan a través de una perspectiva muy condicionada por los medios de comunicación y la sociedad. Un enfoque frívolo. Tenemos que desprender la belleza de su lado frívolo y saber que es importante, ya que está vinculada a salud, energía, vitalidad. Desde el principio de la humanidad a los hombres y a las mujeres les ha interesado mostrarse atractivos a los demás.

A las adolescentes les preocupa especialmente el tema de la belleza pero en muchas ocasiones la idea que se forman de ella, influida por modelos irreales de la moda o la publicidad, tienen consecuencias negativas. Una de las cosas con las que más disfruto es con las charlas que imparto a este colectivo, en colegios o asociaciones, y con cómo cambia su perspectiva cuando se les presenta un punto de vista diferente que se encuentra mucho más cercano a sus intereses y realidad.

Una vez que concebimos la belleza como un estado mental podemos acceder a él de manera consciente. Podemos acceder a ese mismo estado en el que en algún momento nos sentimos atractivas, seguras, bellas, independientes, activas, energéticas. Realmente  es sencillo acceder a ese estado mental y emocional.

Hagamos un pequeño experimento. Recuerda, de la misma forma que has hecho al principio, un momento de tu historia en el que te sentiste realmente atractiva, segura de ti, plena, bella, energética, vital, espléndida. Intenta recordar todos los detalles que puedas; el lugar donde te encontrabas, con quién estabas, también puedes recordar cómo ibas vestida, qué peinado llevabas, qué colonia utilizaste. Y ahora lo más importante. Entra en tus emociones, cómo te sentías, qué palabras pondrías a ese sentimiento vinculado a tu belleza... Siéntelo... Ahora ya tienes esta imagen de tu propia belleza disponible para siempre que la quieras usar, puedes acceder a ella de manera consciente cuando la necesites.

 

Y, ¿cuándo lo vas a necesitar?, ¿cuál es el beneficio de estar en este estado emocional? Ten en cuenta que desde este estado emocional de belleza, de energía y vitalidad estás activando tus recursos y así tener mas herramientas para conseguir tus objetivos.